jueves, 17 de enero de 2008

After hours

Tarde en la noche, hacía zapping y me moría del aburrimiento. Me detuve en la segunda parte de "La leyenda del Zorro" que pasaban por cinemax. Volteretas en el aire, explosiones de fuego, peleas de espadachines y el cuerpo y la cara de Catherine Zeta Jones, fueron suficientes para distraerme un poco. La película acabó y esperé para ver que seguía. El canal anunció "After Hours" en su especial de los miércoles de enero de grandes directores del cine. "After hours" de Martín Scorsese.
Me levanté de la cama, saqué un litro de Jack Daniels del armario y me senté con un buen vaso de whisky a observar la película. De Scorsese había visto "Casino", "Goodfellas", "Cape fear", "Aviator", "The departed", "Gangs of New York", "Taxi driver" y "Mean Streets". En todas me había embriagado con distintos licores, Cognac, Brandy, Ron, Tequila, Vodka. Pero en la que más había puesto a girar mi cabeza, había sido en "Casino" porque viéndola, recordé que en mi vida pasada, fui socio de "Bugsy" Siegel y construimos juntos, el Flamingo Hotel en Las Vegas, ¡qué bellos recuerdos!, mi esposa era idéntica al personaje interpretado por Sharon Stone en "Casino".
Ver las películas de Scorsese , se convirtió en una fiesta solitaria y benéfica, en la que disfruté a más no poder la hermosa violencia mostrada por sus cámaras, las actuaciones magistrales de De Niro y el espléndido ojo de Scorsese, por las lolitas que automáticamente se convertían en estrellas de cine, hablo de Jodie Foster en "Taxi Driver"(1976) y de Juliette Lewis en "Cape Fear"(1991).
Tarde en la noche, segundos antes de que empezara "After Hours", esperaba una película de gansters o de algún sujeto que perdía la cabeza y se vengaba de aquello que le hacía perder la cabeza, o de gansters y mujeres adictas a la cocaína, o de algún visionario con manías y complicaciones mentales. Pero nada de lo que vi en "After Hours" tenía que ver con esto. Me encontré ante un thriller plagado de delicioso humor negro, presencié entre largos sorbos de Jackie fromm Tennessee, la historia de un sujeto común y corriente con un empleo de oficina común y corriente, que al terminar su trabajo tomaba café y leía a Henry Miller en una cafetería. (Miller es otro de los puntos comunes en Scorsese, en"Cape Fear", Max Cady lo nombra varias veces) Estando en aquella cafetería, el tipo conoce a una mujer que le deja el teléfono de una amiga artista donde pasará la noche. El sujeto, horas más tarde, la llama y ella lo invita al apartamento. Serán las 11 y 30 y a partir de ese momento, el sujeto común y corriente se ve envuelto en la noche más extraña de su vida. Una carrera de taxi endiablada a través de las calles de New York, el último piso de un viejo edificio en el barrio Soho, una mujer escultora enigmática y bella, la reproducción en tercera dimensión de "El grito" de Edward Munch, una pareja de ladrones que anda en una vieja camioneta asaltando cuanto apartamento en Soho sea posible, un inesperado suicidio, el bar "Berlín" donde sólo pueden entrar personas con mohawks, una mesera cansada de su trabajo que tiene trampas para ratas alrededor de su cama; personajes, situaciones y lugares, que se van conectando a medida que la noche avanza y la tragedia de nuestro amigo se incrementa con hechos inverosímiles, divertidos y bizarros, que parecen sacados de uno de los mejores libros de Paul Auster. Tanto Auster como Scorsese son Newyorkinos y viven allí. Seguramente en más de una ocasión, habrán compartido unas copas y agradables e inolvidables conversaciones.
"After Hours"
es la película de Scorsese que rompe con sus estética de opulencia y poder, con sus historias de conflictos entre grupos, armas y violencia. Es el film que supone una ruptura de los elementos típicos de Martín Scorsese; así como"The Straight story" en David Lynch descubre un nuevo y agradable matiz en su voz y narrativa, "After Hours" en Scorsese, es una refrescante película para aquellos que admiramos su cinematografía. Una intrigante, extraña y divertida propuesta, de lo que ocurre after hours en una ciudad como New York.
Al final cuando los créditos subían, tomé un pequeño trago de whisky y me quedé absortó ante el televisor. Luego, me levanté de la cama, salí al balcón y observando las estrellas, me quedé dormido.

1 comentario:

Carolina Montejo dijo...

Es una locura after hours, perfecta para que un borracho opine.jeje, sabias que el guion se lo pasaron a Burton primero? ah, me gusta que comentes en mis blogs, solo los blogeros comentan...no crees? beso paisano...ahi nos leemos...